Lo primero que hago es subir al castillo. Lo hago en el funicular. Era temprano por lo cual había poca gente.
Lo recorro, y subo a la torre. Y obtengo esta vista.
Camine por los jardines del Castillo. Y empecé a descender. La lluvia me acompañó. Y no me abandonó en todo el día.
La ciudad parecía vacía. Había mucho silencio. Camine por la parte antigua recorriendo puente y edificios importantes. Siempre con la sensación de mucha tranquilidad. Parecía que no vivía gente. Se podía escuchar el sonido del viento... la lluvia... la naturaleza. Pensando que no me iba a alcanzar el tiempo hice todo bastante rápido. Algo que tengo que empezar a cambiar. Disfrutar un poco más cada paisaje... cada lugar... cada rincón. Eso es parte de animarme a sentarme sola a tomar algo... almorzar o simplemente contemplar. Todo esto es parte de aprender a viajar sola.
Almuerzo. Descanso en el banco de un puente. Vuelvo a recorrer el centro pero esta vez por calles más alejadas... el paisaje cambia completamente, y tiene otro encanto difetente. Una ciudad más vivida... en la que se ve más movimiento.
Vuelvo al Hostel para bañarme descansar y salir a la tardecita-noche a comer algo. Acá también cenan temprano. Mis compañeros de cuarto están cocinando... si la cocina esta en el cuarto... hay un olor muy rico!! Pero me parece que no van a convidarme!!! Por lo cual en cualquier momento voy a salir a cenar... para no acostarme tarde ya que mañana me levanto temprano para ir a Zagreb, Croacia. Ahí me encuentro con Mariela, una chica Argentina que conocí en Venecia y esta viajando hace 2 meses. Por lo cual nos organizamos y nos encontramos ahí y después vamos a Budapest juntas. Va a ser divertido tener una compañera de viaje por 7 días.
En esta ciudad me di cuenta que quiero vivir en un lugar donde haya silencio... donde se pueda escuchar la naturaleza. Donde la gente no corra. Pero donde entienda el idioma!!!
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